Para iniciar una aproximación conceptual sobre lo que es la política pública o al menos una definición más o menos integradora, es indispensable desglosar la misma partiendo del término de política que según lo planteado por Ruiz y Cadénas “es un comportamiento propositivo, intencional, planeado, no simplemente reactivo, casual. Se pone en movimiento con la decisión de alcanzar ciertos objetivos a través de ciertos medios, la política es una actividad de comunicación pública”. Desde esta línea es posible conceptualizar el término política como un acto voluntario, la decisión de operar en pro de unos ideales pero es indispensable repensar desde un enfoque de las Ciencias Sociales lo que es la política.
Jiménez (2012) argumenta “Comprender la política únicamente como actividad para el ejercicio del poder político, termina siendo una aproximación “negativa” que reduce lo político al campo de la imposición y el domino de unos sobre otros; por ello, se hace necesaria una aproximación en la construcción de un conocimiento más analítico, descriptivo y sistemático. El rescate de la visión ética de la política conlleva una revalorización de la misma, la pone en un punto más alto dentro del esquema axiológico humano, pues la política deja de ser un simple medio para ejercer el poder político y pasa a transformarse en un fin en sí mismo: la política como realización humana”. Partiendo de lo anterior se resinifica un enfoque ético de la política como un acto humano que desde consensos democráticos le apueste a la reconstrucción social o en palabras de Habermas (1998) y Lyotard (1987) se refiere a la “caja de resonancia, a la creación de lazos sociales de sentido”.
Para definir lo público es posible recurrir a lo expuesto por Paredes, Thayer y Elizalde (2012) “espacio de luchas sociales y políticas, que implica otras luchas muy significativas en la actualidad, como son las luchas frente a la desigualdad y la justicia social, por el reconocimiento de la diferencia, por la ciudadanía y la democracia. Lo público en tanto zona de conflicto sobre los sentidos y las formas de vivir en sociedad, lo público se transforma en la actualidad en el espacio donde las relaciones sociales y sus sentidos se materializan en una orientación democrática. Es el espacio en que las prácticas de los diferentes actores y sujetos, sociales y políticos, se realizan, tanto en sus formas de dominación, como en las de autonomía”.
Desde dicho planteamiento se expone la necesidad de una comprensión de lo público a través de las relaciones social desde la contextualización de lo que es común a todos e implica unas luchas internas unos conflictos que desde lo político suelen ser legítimos y a su vez son inherentes a la socialización de todo ser humano.
A partir de una revisión documental desde la cual se planteó la incógnita sobre ¿qué es la política pública? y ¿qué autores han abordado dicha conceptualización? es indispensable recurrir a un barrido histórico que dé cuenta de algunos de los primero conceptos planteados según Muller (1988) “una política pública es un proceso de mediación social, en la medida en que el objeto de cada política pública es tomar a su cargo los desajustes que pueden ocurrir entre un sector y otros sectores, o aún entre un sector y la sociedad global. Hay política pública cuando una autoridad local o nacional intenta, a través de un programa de acción coordinado, modificar el ámbito cultural, social o económico de actores sociales, considerados en general dentro de una lógica sectorial”
Siguiendo esta misma línea esta Meny y Thoenig (1992) quienes sostienen que “una política pública se presenta como un programa de acción gubernamental en un sector de la sociedad o en un territorio. Así, en toda política pública es posible distinguir un contenido, un programa, una orientación normativa y un factor de coerción. A ello debe agregarse lo relativo a los efectos de la política pública que podrían considerarse como funciones de producción, ya sea en la relación entre medios y productos, o entre estos y sus efectos e impactos”.
Vagas (1999) “Las políticas públicas se relacionan con el régimen político siendo el conjunto de iniciativas y acciones del régimen político frente a situaciones socialmente problemáticas que buscan la solución de las mismas o llevarlas a niveles manejables”. Se expone de forma clara la existencia de unas problemáticas propias de la realidad social a las cuales se les hace frente desde la implementación de acciones positivas, estructuradas y dirigías desde el poder político hacia lo público.
Los anteriores postulados comparten una premisa orientada a la implementación de un poder gubernamental racional que plantea unos objetivos desde unas lógicas de desarrollo que reproducen el despliegue de una normatividad dirigida a unos sectores o territorios determinados que deberán traducirse en unos cambios “positivos” en pro del bienestar social, dichas prácticas estatales se respaldan en acciones efectivas.
A partir de una revisión de conceptos más actuales o contemporáneos pero que guardan alguna relación con lo expuesto anteriormente destaca lo planteado por Velásquez (2009) quien define la política pública como un “proceso integrador de decisiones, acciones, inacciones, acuerdos e instrumentos, adelantado por autoridades públicas con la participación eventual de los particulares, y encaminado a solucionar o prevenir una situación definida como problemática”.
Aguilar (2003) expone que la política pública presenta una “orientación hacia objetivos de interés o beneficio público y su idoneidad para realizarlos; la participación ciudadana con el gobierno en la definición de los objetivos, instrumentos y acciones de la política; la decisión de la política por el gobierno legítimo y con respeto a la legalidad; la implementación y evaluación de la política. Pero lo distintivo de la política pública es el hecho de integrar un conjunto de acciones estructuradas, estables, sistemáticas”.
Por su parte Roth (2012) define la política pública como un “conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios o deseables y por medios y acciones que son tratados, por lo menos parcialmente, por una institución u organización gubernamental con la finalidad de orientar el comportamiento de actores individuales o colectivos, para modificar una situación percibida como insatisfactoria o problemática”. Se presenta una distinción clave en la existencia de la política pública centrando el actuar de un gobierno, la identificación de una problemática y la implementación de unos objetivos direccionados a un proceso de cambio sistemático.
Haciendo un aterrizaje contextual de la política pública desde un enfoque que se instaura en la visibilización de unas necesidades sociales y no meramente a la exposición de unas problemáticas, es posible recurrir a los postulados de Titmuss (1970) quien sostiene que “las políticas del Estado tienen que responder a necesidades sociales a través del funcionamiento de los servicios de bienestar social. De este modo puede atender a ciudadanos en condiciones vulnerables y que no poseen una adecuada organización para acceder a los recursos de subsistencia y de mejora de vida social”.
Se sostiene la premisa de la dignificación de la vida social especialmente con relación a lo público y a las luchas que se instauran en la misma, en la acreditación y materialización de unos derechos institucionales que a través de la política pública se hacen efectivos que respondan a la realidad social y no a unas dinámicas externadas de poder e intereses, en este sentido a través de una aproximación de la comprensión de la política pública en un sistema capitalista Gil (1973) plantea que “la vida social necesita de políticas públicas, que no pueden regirse por la dinámica del mercado deben existir fuera al margen de la lógica del mercado y del acceso privado de los actores a los bienes y servicios. El problema central para el Estado es cómo distribuir institucionalmente el acceso a recursos públicos escasos, en sociedades en que las necesidades sociales no son las mismas. Este dilema, por un lado, se debe a los orígenes del desarrollo social de un país, pero también a cómo se ha creado una visión de la política pública para facilitar la interacción social de los elementos públicos y privados que constituyen la vida social y política de una nación”
Para finalizar es posible exponer las aportaciones de Arce (2008) a un concepto integral de la política pública sostiene que las mismas “actúan dentro de una relación que opera entre las ideas de propiedad y contrato, y de la acción social individual y colectiva. Las políticas públicas son un campo medio de acción social con una dimensión ontológica y semiótica que tiene potencialidad de impacto cívico y de organización de la sociedad. Es a través de las políticas públicas como se transforman las funciones administrativas del Estado, las agencias institucionales y las relaciones sociales que imaginan el objeto del desarrollo social de una forma diferente”.
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